El indeterminismo contextual en la fotografía de arquitectura
Cuqui Rodríguez, 2 de Septiembre de 2023
Ahora que estoy aprendiendo sobre bebés, me enteré que desde que nacemos establecemos hitos que nos permiten identificar lugares y personas. Ocurre de la misma forma con la fotografía documental. En una fotografía que tiene un sentido pragmático y un carácter utilitario, como en la fotografía de arquitectura, esta impronta de la realidad nos ofrece detalles contextuales. Me explico. El mototaxi parqueado afuera de la obra que se fotografía dice mucho sobre el contexto en el que se emplaza la arquitectura y, por lo tanto, de la obra en sí misma, haya sido esta pensada o no para acoplarse a su entorno.
Judith Butler, una de las filósofas contemporáneas más renombradas, cuando ensaya sobre la imagen fotográfica dice que esta puede interpretarse sin necesidad de tener textos que la acompañen. Entonces siguiendo esta idea, pienso en Susan Meiselas. Al ver sus fotografías, no es necesario leer una memoria para interpretar que las imágenes retratan un conflicto civil bélico porque están cargadas de simbolismos. Pero tal vez Butler no se había enfrentado a la post producción digital ni peor aún a la inteligencia artificial. ¿Cómo podemos interpretar una imagen que ha sido manipulada y carece de información que la contextualice?
En una ocasión nos solicitaron hacer fotos de un edificio comercial en el centro de Guayaquil. El pedido del estudio que lo diseñó fue que no se vieran los cables y que no hubieran ni personas ni carros. Las fotos tuvieron que hacerse un domingo a las 06h00 cuando el edificio estaba cerrado al público. Entonces el centro de Guayaquil que es caluroso, caótico y ruidoso, de repente se convirtió en un metacentro, propio del metaverso, pulcro y sin gente. El resultado estético que esperaban los arquitectos por supuesto que fue satisfactorio, pero fue necesario mostrar un escenario poco usual y trabajar extensamente en la post producción. Al final, el reportaje fotográfico quedó totalmente descontextualizado. Terminó siendo un edificio pulcro en un lugar pulcro.
La idea universal de la modernidad, llegó a Ecuador en los años 20´s y cavó muy profundo en las estructuras mentales. Los primeros álbumes de ciudad obviaban la presencia de personas en las fotografías urbanas bajo la consigna de mostrar un país civilizado y letrado. De cierta manera esto explica la actual necesidad de sobre estetizarlo todo. Son remanentes culturales del nacimiento de la modernidad. Y en el afán de controlar las estéticas arquitectónicas, a diario recibimos requerimientos de borrar a los vecinos, cercas eléctricas que no fueron contempladas, señalética vial, elementos arquitectónicos que mal resolvieron los constructores, postes, cables, basureros, extintores, carros, letreros comerciales. Me pregunto. Si no me siento cómodo con la proxemia que tiene el vecino respecto a la casa que diseñé, ¿por qué no plantear desde el inicio una propuesta que esté alejada del vecino en vez de borrarlo en Photoshop? Por ahora no nos han pedido poner una casa vecina a una cabaña que se encuentre en medio del bosque y por muy ilógico que esto suene, es el mismo mecanismo de operación.
Otras entradas relacionadas